martes, 20 de diciembre de 2011

¿Cómo te vas a amar, si no te conoces?

Somos mujeres, somos valiosas. 

Somos hijas de la más sublime de las naturalezas que puede existir. En nuestro corazón habitan dulces sentimientos, palpita la nobleza y hay un inmenso faro que le regala luminosidad a este mundo que a veces se queda en la penumbra.

Las mujeres somos inmensamente importantes, pero a veces no lo reconocemos y tristemente no nos damos ni por enteradas. Todo ello porque sencillamente no nos hemos regalado un minuto de nuestro tiempo para saber quién es la mujer que habita en nuestro cuerpo: creemos ser de una forma, pero luego descubrimos que los demás nos ven de otra manera; ya no nos gustan las mismas cosas de antes, queremos explorar nuevos caminos, soñar con otros horizontes… ¡Somos mujeres nuevas! Pero desconocidas para nosotras mismas… ¿Qué nos pasó? ¿Por qué nos perdimos a nosotras mismas?
“¿Quién soy yo?”
Somos unas extrañas para nuestro propio sentir, hemos olvidado lo que es responder con seguridad ante una pregunta tan sencilla como “¿qué te gusta hacer?” Nos sentimos raras y al mirarnos al espejo no sabemos de quién es ese reflejo que se filtra ante nuestra mirada. Es entonces cuando llega el momento de las preguntas: ¿cómo es que nos permitimos vivir en ignorancia sobre nosotras mismas? ¿Cómo podemos amar a quien no conocemos? ¿Cómo vamos a amarnos si no sabemos quiénes somos?
La autoestima no sale de la nada. No podemos agarrar una barita mágica, agitarla un poco y crear autoestima. Porque esta última parte de un proceso de conocimiento y aceptación para con nosotras mismas. Pero esta aceptación no es conformista, es una aceptación en la que le damos lugar a nuestra alma en todos sus niveles agradables y no tan agradables, sin olvidar que a pesar de nuestros fallos podemos ser mejores que ayer.
Una persona drogadicta no puede sanarse sino reconoce que es drogadicta. Asimismo, nosotras no podemos amarnos si no nos reconocemos y aceptamos: “yo me amo porque sé a quién amar, porque me enamorado de mis defectos y virtudes, y por qué sé, que por amor a mí misma puedo ser cada día más bella de lo que ahora soy”.
No podemos cruzar un caudaloso y enfurecido río si no tomamos el puente. Tampoco podemos tener autoestima si no nos conocemos y nos aceptamos. ¡Conócete, acéptate! y luego, ¡ámate!
¿Qué no es ése el orden de una buena relación de pareja? ¿Qué tal si hoy empiezas por enamorarte de ti misma? Debemos iniciar por el lado correcto: amarnos a nosotras mismas es el primer paso hacia la plenitud, ¿acaso crees que hay otra manera de ser felices?
© Autor: Lluvia.

domingo, 11 de diciembre de 2011

¡Hay que vencer la timidez!

¡Hay que vencer la timidez!¡Basta ya de ser tan tímidas!
Somos mujeres, somos valiosas y no tenemos porqué avergonzarnos de quienes somos. Hemos cometido errores, como todas las personas las cometen… pero seguimos adelante y perseveramos, podemos estar orgullosas de ello.
No privemos al mundo de conocer lo valiosas que somos… tampoco seamos soberbias, pero no hay razón para la timidez.
Son muy complejas las relaciones entre los seres humanos: hay muchos factores que influyen en nuestras reacciones y siempre debemos cuidar nuestras formas de actuar para no “caer mal” en un determinado lugar. Razón por la cual, es muy importante que cuidemos de nuestra autoimagen y sepamos reconocer que nosotras somos lo suficientemente interesantes para los demás como para entablar una buena relación con ellos.
Pero de forma muy común, nos encontramos con que  no explotamos nuestras habilidades interpersonales: la inseguridad gana la batalla y termina por caer en las garras de la timidez.
¿Timidez?
Replanteemos algo: las tímidas no son únicamente aquellas personas que no hablan ni por error.
La timidez tiene muchas formas de presentarse: desde las temerarias que se hacen las gruñonas para mantener a raya las presiones, pasando por las simpáticas que evitan hablar de ellas mismas, hasta las retraídas que huyen del contacto con extraños por miedo a su opinión.
Como bien lo puedes notar, existen diversos niveles de timidez, todos tan variados como los seres que poseen dicho “trastorno social”. ¿Y por qué la timidez es un trastorno social? Sencillo, nadie es tímida consigo misma ni con su contexto más cercano. La timidez aparece al enfrentarse a las relaciones sociales. Cuando somos tímidas nos sentimos muy inseguras, el complejo de inferioridad empieza a aflorar y tenemos mucho miedo a no ser aceptadas, tanto así, que en lugar de preocuparnos por “dejar una buena impresión”, nos gastamos nuestro tiempo intentando “minimizar el golpe”, es decir, buscando que los demás no se queden con una malísima impresión de nosotras.
Somos muy crueles con nosotras mismas… Nos rebajamos, nos menospreciamos, perdemos nuestra autoestima, dejamos abandonado nuestro corazón… Es como si nos subiéramos a un ring de boxeo y puño a puño intentáramos derribar nuestra personalidad, nuestros sentimientos, nuestra vida.
Como quien dice: “Si alguien me lastima, ya no me dolerá tanto, porque yo ya me he encargado de ser lo suficientemente dura conmigo misma para que las otras no me dañen”.
¡Pensamos en la derrota sin buscar el triunfo!
Es más, la asumimos sin ni siquiera esperar a que sucedan los acontecimientos determinantes en ello. Creamos un concepto tan bajo de nosotras mismas, que nadie puede salirle adelante a tremenda pequeñez y todo gracias a una presión social que aún no recae sobre nosotras.
No seas tímida, estamos en confianza: en este planeta nadie es perfecta, todas tenemos defectos y virtudes  que construyen este paraíso terrenal, ¿por qué te privas de compartir tu alma con quienes llegan a tu vida?
Todos somos seres humanos y nos equivocamos. Pero tú te equivocas más que el resto cuando crees que no vales la pena. Porque lo cierto es que la vales ¡y mucho! No te sigas viniendo abajo por ti misma, eso no es digno de ti. Tú tienes una inmensa valía, ¡reconócelo! Y poco a poco podrás salir de la mazmorra a la que te has condenado.
© Autor: Lluvia.
¡No seas tímida!

miércoles, 7 de diciembre de 2011

EL Maltrato a la Mujer...

No basta con declararse en contra de la violencia de género, hay que entrar en acción.
Cada día mueren mujeres en manos de sus parejas, pero muchas son las que sufren en silencio el maltrato en sus propios hogares.Informarse acerca de ello, cómo sucede, porqué, y cómo evitarlo es esencial para defender adecuadamente a la mujer.


Todas las mujeres queremos gritar “¡No a la violencia de género!” y “¡Basta ya de abusos y maltrato contra la mujer!”… pero eso no es suficiente. Todos los años, a lo largo de cientos de ciudades en todo el mundo, salen miles de personas a gritar contra el maltrato de género, el abuso y violencia contra la mujer. El grito “¡No a la violencia contra la mujer!” está socialmente de moda. Todos, incluso algunos hombres que maltratan a sus mujeres, participan en las manifestaciones que el 25 de noviembre de cada año se celebran en honor al Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer.
Desde los inicios de Toda Mujer es Bella, hemos querido ir más allá de simplemente declararnos en contra de la violencia de género a hacer algo más: Educar y concienciar.
Todas aprovecharemos cada oportunidad para expresarnos en contra del maltrato a la mujer, pero en especial, queremos hacer comprender a las propias mujeres y a la sociedad en general cual es el problema: 


En qué consiste la violencia de género, qué formas tiene, cómo se esconde, porqué cuesta tanto verlo, porqué las mujeres maltratadas son tan poco creíbles, cómo evitar ser maltratada, cómo darte cuenta de que lo que vives no es normal y es maltrato, cómo salir de estas relaciones abusivas, qué hacer si lo sufres o lo descubres en una amiga o familiar, y mucho más…
La clave es concienciarnos.

La clave eres tú.
No basta con declararse en contra de la violencia de género, debes actuar.
Infórmate, y ayuda a otras mujeres y hombres a comprender el problema. Invita a tus amigas a esta página, el maltrato a veces está tan escondido y tan bien disimulado que tal vez sin darte cuenta estés salvando a tu mejor amiga.

TU ERES MUJER...

A lo largo de mi vida, siempre he deseado encontrar las palabras exactas, justas y francas para describir a la mujer, no sólo porque yo sea una mujer, sino también por las mujeres que a diario se cruzan por mi vida…
 
Mujer madre,
mujer hija,
mujer hermana,
mujer amiga
,

…y tú, mujer que me lees.

 Estás tú: la mujer que lo puede todo,
y tú, la mujer que no puede nada.
Me encuentro contigo: Mujer que no puedes nada y bajas la cabeza ante el maltrato.  Mujer que no puedes odiar porque tienes un corazón frágil, débil. Mujer que todo lo perdonas, porque amas.
Me encuentro contigo: Mujer que lo puedes todo cuando amas, cuando trabajas y cuando sueñas.
Lo puedes todo y pones de manifiesto tu corazón de acero,
para defender a tu prole, para pelearle a la vida y al mundo por llenar a tus hijos de amor infinito.
Mujer que sin tener un calendario ni un reloj, sabes el tiempo exacto para llorar, y sabes el tiempo exacto para reír, y haces girar el día gris al compás de la luz, para alumbrar el camino de los que amas.
Mujer que no eres bella porque te aman, eres bella porque te dejas amar.
Mujer que detienes el mundo, para que su girar no te alcance, pero mueves tu mundo con una mirada, con un suspiro con tus sueños de mil colores y luchas por hacerlos realidad.


Mujer que mueves tu mundo con una mirada de amor, y miras pasar la vida y dejas que se te escape, para que otros puedan vivirla y ser felices.
Mujer que no te dejas vencer con una derrota, y tienes tanto que decir, y das la palabra fuerte y firme para encontrar una solución.
Mujer que te llenas de fuerza y te echas sobre los hombros las cargas ajenas, y las llevas con valentía al final del día,  agotada, exhausta, pero tienes el tiempo necesario y justo para alzar tus cansados ojos,
para contemplar las estrellas, la luna, y te vas a tu lecho para el descanso y te levantas al esplendor de un nuevo día, renovada y llena de valor, confiesas tus temores y tus sueños, tus deseos de ser la novia, la esposa, la madre, la amiga, la hermana y la hija y todo queda reducido a cinco letras: MUJER

martes, 6 de diciembre de 2011

Mujeres!!!

http://www.youtube.com/watch?v=IXzTMwyUn5U

Mensajes a la Conciencia – NO a La Violencia Familiar!!

VIOLENCIA FAMILIAR

Eran tres niños, hermanitos los tres, de seis, siete y ocho años de edad. Con ojos aterrorizados y temblando de miedo, no podían dejar de mirar. ¿Qué estaban mirando? Veían cómo su padre le daba una paliza brutal a su madre. La escena la describe un diario de América Latina.

El hombre enfurecido, a la vista de sus tres hijitos, golpeaba brutalmente a su esposa. ¿Cuál era la causa? Nadie sabe. Los niños sólo decían: «Papá estaba muy enojado.» Pero una palabra lo describe todo: violencia.

La violencia doméstica, aunque en la vida diaria no es nada nuevo, en las crónicas de los diarios y en los tribunales sí lo es. Es algo que ha recrudecido en las últimas décadas. Y esta crónica nos obliga a tocar dos puntos: la violencia entre padres, y su efecto en los hijos.

Algunos dicen que la violencia familiar la incita la familia misma, pero eso es ver el asunto de una manera superficial. La violencia nace en el corazón. Está adentro de uno como lo estaba en el corazón de Caín, y sólo necesita una muy pequeña provocación para estallar.

Decimos que es culpa de la mujer, o de los hijos, o del jefe o de otro, pero no lo es. Procede del corazón herido y confundido que vierte su frustración sobre los que están más cerca. Cuando el tronco está malo, todo el árbol lo está. Cuando el corazón vive en amargura, la persona en la que late reacciona con violencia.
¿Y qué de los hijos? No hay nada en todo el mundo que frustre y confunda y atemorice más al niño que ver a sus padres peleándose, especialmente cuando son encuentros violentos. Y si la criatura tiene dos, tres o cuatro años de edad, esos disgustos tienen efectos desastrosos que afectan toda su vida. Un sociólogo investigador dijo: «Cuanto más violenta es la pareja, de las que hemos entrevistado, más violentos son los hijos.» Por cierto, la violencia en los padres viene de la violencia en los progenitores de ellos.


¡Cuánto necesitamos paz y tranquilidad en nuestro corazón! ¡Cuánto necesitamos al Príncipe de paz! Y ese Príncipe de paz existe. Es Jesucristo, el Hijo de Dios. Él dijo: «La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden» (Juan 14:27).

Entreguémosle nuestro corazón a Cristo. Si el enojo ha sido nuestra debilidad, hagamos una sincera declaración de humilde arrepentimiento. Cristo conoce nuestra intención y Él quiere ayudarnos. Permitámosle entrar en nuestro corazón. Él nos renovará en lo más profundo de nuestro ser.
por el Hermano Pablo

lunes, 5 de diciembre de 2011

Jose Lezama Lima: "LA MUJER Y LA CASA"

Hervías la leche
y seguías las aromosas costumbres del café.
Recorrías la casa
con una medida sin desperdicios.
Cada minucia un sacramento,
como una ofrenda al peso de la noche.
Todas tus horas están justificadas
al pasar del comedor a la sala,
donde están los retratos
que gustan de tus comentarios.
Fijas la ley de todos los días
y el ave dominical se entreabre
con los colores del fuego
y las espumas del puchero.
Cuando se rompe un vaso,
es tu risa la que tintinea.
El centro de la casa
vuela como el punto en la línea.
En tus pesadillas
llueve interminablemente
sobre la colección de matas
enanas y el flamboyán subterráneo.
Si te atolondraras,
el firmamento roto
en lanzas de mármol,
se echaría sobre nosotros.

Jacqueline Goldberg "Hay una mujer"...

Hay una mujer
destinada a la sombra
una mujer que como yo
repite sus rostros
en las grietas
de una calle sin nombre

ambas resistimos
a la mentira
de hacernos las buenas
las del árbol solo

colgamos el miedo y las ganas
y cuando nadie pregunta
cuando por fin
nos dejan sostener
raíces en los ojos

iniciamos el regreso

permitimos a extraños
adivinar lo que nos detiene.

Hola a tod@s!!!

Vamos a compartir lo bello de ser mujer, y lo bello de tener a una mujer(en el caso de los hombres), un lugar para nuestra voz, de no violencia, de respeto, de amor y solidaridad.

Que Dios bendiga nuestras vidas y nos encamine a aceptarnos tal cual somos, siempre haciendo el bien, amandonos y buscandole.!!