Mujeres y hombres.

Nosotras y ellos

Somos princesas y siempre soñamos con el príncipe azul, que nos llevará al altar y nos trate como reinas. Y aunque hemos tropezado, anhelamos ser amadas y protegidas. 

Así que aunque hayas sido lastimada, si te has levantado de una relación tóxica, no creas que no naciste para ser feliz.  Solo hay que aprender de las lecciones y saber a quien nos entregamos por amor a quien elegimos como compañero de vida. 

El hombre es un ser maravilloso, es la otra mitad de lo que somos. Es un ser único e irrepetible, y no habrá otro como él en la faz de la tierra. No podemos condenar a todos por uno, ni a todos por la mayoría, solo hay que aprender a leer las señales de lo que nos conviene para mantener nuestra estabilidad emocional y seguir siendo felices.

Eduquemos hijos amables, caballerosos, respetuosos y así aportaremos a que cada mujer no sufra a causa de uno.

Y en el centro de cada familia, de cada pareja que reine el amor de Dios para que así nos alcance su misericordia.